Bismillahir Rahmanir Rahim
¿Por qué el ser humano siempre desea más, siempre busca, siempre quiere saber, quiere adquirir, y siempre desea otra cosa que lo que tiene? ¿Qué significa? Aparte de los aspectos terrenales comunes con los cuales identificamos este deseo que, en realidad, es una necesidad, hay otros aspectos de ese deseo, que tienen que ver con la búsqueda constante, eterna, sin límites del alma humana que sólo desea regresar a Su Señor y estar en ese estado en el cual habitaba antes de descender a nuestro cuerpo; donde estaba presente y donde no tenía consciencia de su propia existencia.
Para entender el concepto original de la disposición humana, necesitamos examinar algo que es llamado wuyud, que es aquello que no es posible conocer, es la base inaccesible de todo lo que existe. Eso es wuyud. Y, al decir esto, simplemente estamos afirmado que sólo Allah (swt) es wuyud. ¿Pero qué sucede con el resto de las cosas? Todo el resto se encuentra en el reino de la no-existencia.
Al hablar de wuyud tenemos que entender que el mismo no está delimitado, no puede tener delimitaciones de ningún tipo, mientras que todo lo demás está dominado por el sentido de la limitación. Es decir que todo el resto está confinado, es finito, mientras que wuyud es absoluto, infinito, la realidad no delimitada de Allah (swt). Lo opuesto es verdad, de todo aquello que no es Allah (swt) y, por favor, vamos a poner comillas en esta frase porque ya dijimos que todo aquello que no es Allah (swt) reside en el reino de la no-existencia.
Desde el momento en que wuyud no está delimitado es diferente de todo el resto. Todo aquello que puede ser conocido o que quizás podamos entender algo sobre su existencia es una delimitación y tiene una definición, y por ende es un objeto finito, accesible a seres finitos como nosotros que tenemos un comienzo y un fin. ¿Y por qué decimos esto? En una oportunidad, cuando el Profeta (saws) estaba en la Gruta de Hira meditando, llegaron los primeros versos de la revelación a través del arcángel Gabriel (as), que se le aparece como un ser ilimitado, de acuerdo a los limites de la visión humana, alguien que ocupaba todos los cielos y alguien del que no se podía ver el principio ni el final de la magnificencia de su manifestación. Pero esa misma manifestación de existencia incomprensible para los aspectos limitados de nuestra percepción humana también tenía un límite, porque cuando el Profeta (saws) realiza el Mir’aj (Ascensión) y Yibril (as) lo acompaña hasta el Árbol de Loto, le dijo: “Hasta aquí puedo llegar. Este es mi límite. Más allá sería destruido”.
En una visión más cercana a nosotros, recordemos cuando el Profeta Moisés (as) pidió a Allah (swt) poder verlo; y Allah (swt) le respondió: “No es posible mostrarme en la dimensión en la cual tú existes, porque todo sería destruido.” Y Allah (swt) se mostró en una montaña ubicada junto al Monte Sinaí y la montaña se desintegró.
Cuando hablamos del concepto de la no-delimitación del wuyud tenemos que tener cuidado en entender lo siguiente, ya que dijimos al comienzo que era absoluto, infinito y no delimitado, lo cual no significa que no pueda también mostrarse en los aspectos limitados. Porque si no pudiera hacer eso estaría limitado por su propia no-delimitación. En otras palabras, aquello que no es delimitado, es total, es absoluto, es infinito, no tiene límites de ningún tipo. No podemos decir que no pueda adquirir en un momento, a través de una manifestación, la cualidad de estar limitado, de ser finito, de no ser absoluto, porque si así no fuera, estaría limitado por ese aspecto.
Es decir, wuyud es Allah (swt) y sólo Allah (swt) conoce a Allah (swt). En cambio, para nuestra comprensión, en nuestro estado de no-existencia, necesitamos estimular aquello que nos permite accionar y nos permite cumplir nuestra función en este plano de existencia, y nuestra función en este plano de existencia es regresar a Allah (swt). Es decir, de acercarnos lo más posible a ese estado de wuyud con los limites que establecimos al comienzo, sabiendo que somos limitados y que no somos absolutos. Sólo ÉL lo es.
Allah (swt) crea la Creación y lo hace a través de una palabra: “Kun”, y todo existe. En la Creación dicen que todo es creado y todo muere continuamente en un estado de permanencia, de eternidad que sólo ÉL puede entender. En nuestros estados limitados, nosotros entendemos el concepto de vida o muerte simplemente porque vemos gente, animales, seres, plantas, objetos que hoy viven y mañana no, porque mueren o son destruidos.
Sin embargo, mientras estamos en este estado que llamamos vida, ¿qué es lo que sucede? Dijimos que wuyud no está delimitado por nada, pero para que tenga sentido para nosotros tiene que manifestarse en esta otra dimensión, la finita, limitada y no-absoluta que es la nuestra. Es decir, la vida es una manifestación de ese wuyud en este reino. En otras palabras, wuyud se manifiesta en la Creación de Allah (swt) a través de Sus Nombres, que son Sus Cualidades. Las sumas de todas las cualidades no hacen a Allah (swt), sino que es sólo un aspecto de aquello que no es limitado.
¿Y cómo es eso? Supongamos que la luz fuera wuyud. ¿Cómo se manifiesta? A través de los colores. Hay luz, hay colores. El color no es la luz, sino que es sólo un aspecto de la luz que nos permite distinguir formas, luces y sombras.
Sabemos que no podemos conocer wuyud, porque es la base y la esencia de todo lo que existe y está más allá del conocimiento humano. Pero podemos conocer los aspectos de wuyud a través de las manifestaciones de Allah (swt). Y es por eso que la mención de los Nombres de Allah (swt), la meditación sobre los Nombres de Allah (swt) es tan importante para nosotros. Si dejamos que el mundo nos domine y que todo lo que es limitado y finito se convierta en nuestro método de vida, en el objeto de nuestra existencia, y que sea lo único que vemos y absorbemos cada día, las veinticuatro horas, ¿cuándo y cómo vamos a conocer aquello que es wuyud a través de Sus manifestaciones?
Esto está vinculado con la consciencia, con estar atento, con estar presente, con poder ver. Va de la mano con consciencia porque uno no puede estar atento y ver si no tiene consciencia de que está haciendo eso, y por ende está buscando un resultado. Y creo que, si exploramos individualmente los diferentes aspectos de este tema, veremos qué tan importante es, ya que tiene que ver con nuestra existencia y con dónde estamos y hacia dónde vamos.
En una oportunidad estaban en el océano unos peces muy jóvenes nadando y, de pronto, ven a un pez viejo y sabio, y se le acercan preguntándole: “Oh maestro, maestro, ¿nos puede decir dónde está el agua?”
Les pido que mediten en esto, por favor, y espero que esto nos lleve a entender más por qué estamos en este camino, en esta búsqueda. El tema de wujud requiere toda una vida de dedicación y esfuerzo y la esperanza de que Allah (swt) nos permita entender estos conceptos. Estas palabras son sólo una chispa en el inmenso firmamento de este concepto. Ruego que Allah (swt) nos permita transitarlo en Su Presencia y entenderlo a través de Su amor por Su amor.
As Salam ‘alaykum wa rahmatullah wa barakatuh
Sohbet de Hajji Orhan Baba. “Acerca de wuyud.” Sábado 1-07-2009