Charla sobre un invitado sirio – 3ra parte

Una historia como ejemplo

Un día, Ḥaḍrat Muʿādh ibn Jabal raḍiyAllāhu ʿanhu estaba en el Masjid an-Nabī, teniendo una conversación con unos cuantos compañeros. Ninguno era árabe; ¡aquellos sentados a su alrededor eran Suhayb ar-Rūmī, Bilāl al-Habeshī, y Salman al-Fārisī!

¡Un griego, un abisinio y un persa!

{¡Efendi se ríe divertido!}

Estaban conversando entre ellos con amor. Luego un hombre, que no entendía el principio fundamental de Tauḥīd en Islām, atascado en el nivel de pensamiento de que el Islām sólo se trata de rezos, ayunos y cosas similares…………….

Déjenme ser muy franco – ¡gente como nosotros!

¡Si nosotros los musulmanes hubiésemos comprendido el Aqīdah[1] de Tauḥīd[2][Credo de Unidad] en Islām, no estaríamos en el estado en el que estamos!

Entonces, este árabe aristócrata le dice, “Yā Muʿādh, perteneces a un clan noble árabe; tu padre fue un noble, tu abuelo fue un noble…” Pero antes una pausa para decir esto:

Seyyidinā Rasūlullāh ṣallallāhu ʿalayhi wa sallam advirtió a sus compañeros no alardear sobre sus ancestros. Al escuchar esto, Ḥaḍrat ʿUmar raḍiyAllāhu ʿanhu dejó de llamarse a sí mismo “ʿUmar ibn al-Khaṭṭāb.” En cambio, él dijo que su nombre era simplemente ʿUmar. En conexión con su propio nombre, nunca mencionó el nombre de su padre otra vez. “ʿUmar es suficiente para mí,” él pensó.

Así que este supuesto noble le dice a Muʿādh, “¡Eres un noble árabe! ¡Mira a estos extranjeros con los que estás sentado!” Ḥaḍrat Muʿādh, siendo del mismo temperamento que ʿUmar, lo agarró del cuello, y lo arrastra a la eminente presencia de Rasūlullāh, que estaba cerca. ¡Ḥaḍrat Muʿādh es furioso! Él dice, “¡Yā RasūlAllāh! Este hombre hablo de tal y tal manera…”

Hay gente que intenta retratar a nuestro Amado Maestro como gratuitamente indulgente, incluso flojo, ¡astaghfirullāh! Di un discurso en una ciudad en Anatolia en la cual hablé sobre los estados de enojo de nuestro Amado Maestro. El muftī [probablemente de ese distrito] objetó, diciendo, “¡Ese no es el comportamiento de Rasūlullāh!” Esto me enojó, a lo que le dije como reprimenda, “¡Muftī Efendi, aún no has leído lo suficiente sobre Rasūlullāh!”

¡Nunca olviden esto! – [Siempre doy el mismo ejemplo.]-

La bendita mano que acariciaba la cabeza de un huérfano también sostuvo la empuñadura de una espada cuando surgió la necesidad… ¡Tengan en cuenta, solo cuando era necesario!

En deber, para el Islām, pero nunca, nunca para su nafs,

إإعسْلا ءَ ذُ بكلَهمةَكَلهم َة َ بال لل لهه

¡Sólo para exaltar la palabra de Allāh!

Lo mismo es cierto para los derviches; hay un dicho muy promovido en estos últimos años: “Golpéalo en el cuello y toma el bocado en su boca.” ¡Esa actitud no es para los derviches! ¡No pueden ni siquiera soportar maltrato de mí!… ¿Cómo es que me golpeará en el cuello?… ¡Tomaría su mano y la rompería sin pensarlo! ¡Pero no por mi nafs! ¡Él puede golpear a Tuğrul, pero no puede golpear al derviche Tuğrul! Tengo la confianza de Hazretī Pīr; ¡sin embargo, estoy encomendado sólo a mí! ¿Y ustedes? ¡Todos ustedes están encomendados a mí! Puedo pegarles, pero nunca jamás permitiría que cualquier otro les pegue… Apreciarán la razón de mi castigo cuando se conviertan en padres ustedes mismos…

¿Por qué los castigo a veces? ¡Para que no empeoren! Ya sea que los acaricie o les pegue: Mi amor o mi daño son temporarios. ¡Pero el castigo del Señor de todos los Mundos no es temporario!

{su voz se quiebra en este momento}

¡Si Él castiga incluso a uno de ustedes en el Más Allá, estaré condenado en el agravio! Lo que sea que fuera, el castigo terminará en este mundo. ¡También las recompensas! No puedes confiarte en las recompensas, porque también son temporarias. ¡El universo mismo es temporario! ¡Uno debe prepararse a sí mismo para abrazar la recompensa eternal de Rabb al-ʿAlamīn; al mismo tiempo, hacer lo mejor posible para huir de Su eterno castigo!

{Efendi ahora imita a una madre}
“No fui capaz de despertar a mi niño para la adoración antes del amanecer[3], para el saḥūr[4]….”

¿Cómo vas a soportar ver a tu hijo ir al infierno? ¿Cómo puedes estar de acuerdo con eso? ¡Eso no es misericordia! Del otro extremo de la soga: ¡No los despierten tocando sus cuellos con su mano fría, húmeda del wuḍū que se acaban de hacer! ¡Bésenlos, acarícienlos, recompénsenlos! ¡Así es como deberían despertarlos!

Pero permítanos volver a nuestra historia:

Ḥaḍrat Muʿādh ibn Jabal llevó al hombre a la presencia de Rasūlullāh y se quejó, “¡Yā Rasūlullāh, este hombre hablo de tal forma que rompió los corazones de Suhayb, Bilāl, y Salmān! ¡Solían ser solo unos esclavos, tú nunca fuiste uno! ¡Son un grupo de extranjeros, pero tú eres un árabe puro!”

Nuestro Amado Maestro no dijo, “Yā Muʿādh, se suave con él, él corregirá sus formas, estará bien…” ¡No! ¡Él no dijo nada de ese estilo!

En cambio, él dijo algo que era extremadamente pesado. ¡No se dirigió al hombre directamente, porque no lo consideró digno de ser un interlocutor! Mirando a Mu’adh ibn Jabal a los ojos, Rasūlullāh ṣallallāhu ʿalayhi wa sallam dijo:

دَفَه سْعب  هالَىَ بال لن لالر

“¡Expúlsalo al fuego!”

La palabra árabe dafiʿ significa: repeler o expulsar. Las dos palabras árabes ilā’n-nār significan: al fuego. La anterior es la traducción literal. Sin embargo; traducir la expresión coloquial turca como idiomática es más cercana a lo que nuestro Amado Maestro quiso decir:

¿Ha quedado claro?

Miren, nosotros leemos el Corán; no deberíamos, sin embargo, leerlo como un manuscrito antiguo rasgado. Deberíamos entenderlo un poco. “¿Debemos aprender árabe para entenderlo?” ¡No! ¡No aprendan árabe en el intento para entenderlo! Practiquen una sola cosa que sepan es verdad. En tal caso, Allāh les enseñará lo que hasta ahora no eran capaces de poner en práctica. Todos los días, intenten practicar algo más, algo diferente que hayan aprendido del Corán, que aprendieron sobre el Islām. Tradúzcanlo en acción. De esa forma, Allāh les enseñará lo que no saben…

¿Qué dice Allāhu taʿālā en al-Qurʾān al-Karīm?

إإ للنب  أأكسْرمََكَذُ سْم بعهندعهندَب اللسد ةه أأت سْقَاَلكذُسْم

“Ciertamente, a la vista de Allāh, el más digno de la Divina Recompensa es aquel que es más meticuloso en sus deberes.”

Sūrat al-Ḥujarāt – [Las Moradas interiores]49:13

Hay algunos que traducen la palabra Coránica ittiqā como temor de Allāh: ¡No, no, esto es falso! ¡No tememos a Allāh! ¡Pueden objetar hasta las últimas consecuencias! ¡Amamos a Allāh! Tememos caer de Su Gracia, tememos la pérdida de Su Contentamiento. ¡Tememos disgustar a ese Amado con nuestros estúpidos errores! Pero no le tememos a Él. ¿Acaso Él es pavoroso que debo temerLe? ¡Allāh es hermosa, Allāh es amoroso! ¡Toda esta charla sobre el temor! ¿Por qué debería temerLe a Él?

Siendo niño, a veces tu padre te fruncía el ceño, tu madre te levantaba el dedo índice, y tú tenías miedo. Pero esa fruncida de ceño y el señalamiento era para tu propia mejora. Cuando creces, ¿te importa en algo las fruncidas de ceño de tu padre o los señalamientos de tu madre? ¡No, en absoluto! Es decir, si realmente has crecido, no solo envejecido. Haces lo mejor posible para evitar disgustarlos con una palabra o acción. Te comportas fuera del deseo para complacerlos, ¿no es cierto? Yo incluso tenía un nieto, pero aun así no me atrevía a fumar en presencia de mi padre. ¿Se hubiese enojado? ¡No, por supuesto que no! Pero cuando vino aquí, [al Âsitâne], Aydın Baba lo invitaba al cuarto de té. Él le decía, “Vamos Hajji Baba, le daré una taza de té.”

Mi padre dejaba el Sohbetâne,[5] y después de que dejara el cuarto, encendía mi cigarrillo. ¡Él no sabía que fumaba! ¿Evitar fumar en su presencia lo complacía? ¡Claro que sí! ¡Así que no fumaba en su presencia, era así de simple! Si hubiera querido golpearme, no me habría escapado de él, pero a esa edad no tenía fuerzas para golpearme.

Ustedes preguntan: ¿Qué es todo esto? Este es el quid de la cuestión: Cuando comienzan a amar a Allāh en los primeros años de su niñez, un día el temor hacia Él termina. Intentas evitar disgustarlo a Él porque Lo amas. Cuando la palabra Coránica atqākum[6] se traduce de esta manera, la oración pierde todo significado; “Quienquiera que tema más a Allāh es el que recibe la mayor recompensa.” ¡No, no existe tal cosa! Traducen taqwā como “temor”- ¿qué hay acerca de la palabra khauf? En árabe khauf significa “temor”. ¡Khauf e ittiqā son dos cosas diferentes!

Cuando alguien confunda estas palabras en su presencia, corríjanlo a él o ella explicándole la diferencia. Pero háblenles de forma inteligente; no comiencen diciendo, “Bueno, sabes, yo no temo a Allāh.” Esa persona dirá correctamente, “¿Por qué no Le temes? ¿Quién crees que eres? Allāh tiene poder infinito. ¡Puede castigarte!”

¡Sí, Él tiene Su Ira!

Pero también está al-Ḥadīth al-Qudsī:

سَبقََسْتَ برَسْحَ هتَي  بعلََى َ بغََ هبي

   “Mi Misericordia prevalece sobre Mi Ira.”

El verbo árabe sabaqa tiene varios significados. Cronológicamente hablando, lo que se sobrepasa, es un estado previo o condición anterior. En términos de distancia, significa sobrepasar o dejar algo atrás. En términos de tiempo, superar una cosa o condición. Hay múltiples significados:

Mi Misericordia deja Mi Ira atrás. Mi Misericordia sobrepasa Mi Ira. Mi Misericordia supera Mi Ira.

En resumen, Allāh dice: Mi Misericordia es mayor que Mi Ira.

Por lo tanto, busco refugio en la Misericordia de Aquel Cuya Misericordia es mayor que Su Ira. Sin embargo, si alguien interpreta esto como; “No tengo temor de Él, así que hago lo que quiero…” ¡No tengo nada que decir sobre tan tonta interpretación!

Ellos dicen: “¡Teme a Allāh, teme a Allāh, teme a Allāh!” ¡No le teman a Él! Es imposible actuar de forma irrespetuosa con alguien que amas, derivado del temor de herir quizás al amado. La exhibición de respeto es un ritual, sujeto a cambio dependiendo de la costumbre social y el estrato de la Sociedad, incluso en la época en que esa costumbre sea ejercida. Cuando era un niño pequeño, solía sentarme en el regazo de mi abuelo cuando estábamos solos, pero cuando teníamos invitados, me sentaba arrodillado junto a la puerta. Esa era la norma, esa era la crianza de la época.

Un día, nuestro maestro Muzaffer Efendi quddasa sirruhu estaba dando un sohbet en los Estados Unidos. Una persona vino, apoyó sus codos en el suelo y procedió a reclinarse en su espalda – ¡realmente digo su espalda, ni siquiera su trasero! – Sus piernas estaban completamente estrechadas hacia mi Shaikh, uno de sus pies sobre el otro. ¡Sus medias eran de diferente color, aún recuerdo esto muy vívidamente! {Sonríe.} Aparentemente, nuestros rostros se pusieron rojos de ira frente a lo que percibimos como un acto de lo más irrespetuoso hacia el Shaikh Muzaffer Efendi que estaba sentado en un lugar más alto y había visto lo que sucedió.

Me costó muchísimo contenerme… En fin, el sohbet terminó, el tipo se fue, y nos quedamos solos. “¿Qué te enojó?”, preguntó. “Oh mi querido Efendi, ¡¿es esa manera de sentarse en tu presencia?!”, Protesté. “¡Sí, ellos pueden!” dijo. Ahí sabíamos que venía una enseñanza:

Muzaffer Efendi dijo, “Esa es la forma en la que se sienta en presencia de su padre también. No tenía intención de hacer algo irrespetuoso. Esa es su vida diaria.” Como habíamos estado en los Estados Unidos muchas veces y visto muchos films, supimos por propia experiencia que Muzaffer Efendi tenía razón. Por ejemplo, ves a un actor en un film que pone sus pies sobre la mesa. Nosotros los turcos no estamos acostumbrados a eso, pero no es un acto de falta de respeto en su cultura. Por eso digo, que el ritual de respeto está sujeto a cambio. Tosun Baba comenzó su carrera como un profesor en la Universidad y me dijo esto él mismo:

Todos sus estudiantes estaban sentados con sus pies sobre el escritorio. Él les dijo, “Amigos, la forma en que se sientan puede no ser un problema en sí mismo, pero yo soy turco y no estoy acostumbrado a que los estudiantes de mi clase se sienten así. Esto es un insulto en nuestra cultura. Por lo que les pido que no se sienten así en mi clase.”

“¡Ahh, por supuesto profesor!”, dijeron y bajaron sus pies. Llegó el recreo y luego en la segunda clase, lo mismo sucedió… “Ey amigos, ¿recuerdan lo que les dije la clase anterior?” Ellos dijeron, “¡Ahh, disculpe señor!” Y bajaron sus pies. Luego llegó otro recreo. La tercera clase comenzó. Hicieron lo mismo. Le dio a uno de ellos una fuerte patada… ¡Nunca más se sentaron en su clase con los pies sobre el escritorio!

Por lo tanto, la forma en que se demuestra respeto depende de la sociedad y la época. ¿La manifestación de amor cambia? Se sienten obligados a tocar a su amado. Debe haber un toque físico. Nuestro Amado Maestro amaba muṣāfaḥa [tomar la mano de otra persona en la tuya]. Ellos describen a muṣāfaḥa como un ritual especial. Sin embargo, muṣāfaḥa es simplemente estrecharse las manos. ¡Eso es lo que es!…

Dame tu mano….

{Efendi estrecha la mano de un hermano.}

¿Qué es esto?

Escondidos en la palma de sus manos hay siete cielos – para aquellos que entienden. Dos cielos se unen cuando la gente se estrecha la mano. Nuestro Amado Maestro daba mucha importancia a hacer contacto físico. Eso es lo que significa muṣāfaḥa. Estrecharse las manos significa tocar físicamente a la otra persona. Es un tipo de calidez física. Su calidez espiritual y sus significados se mezclan. La piel es porosa, ¿cierto? ¿Sólo sale sudor de esos poros? ¿Nada más entra? Antes que nada, entra aire. Pueden probarlo – métanse en agua hasta el cuello. Respirar se vuelve dificultoso. El respirar se reduce a la nariz y la boca, comienzan a jadear por aire, porque normalmente respiran con todo el cuerpo. ¡La mayoría de nosotros no somos conscientes de ese hecho! ¿El aire va a los pulmones? ¡Por supuesto que sí! ¡Si no fuera así, no tendrían dificultad alguna en respirar con el agua hasta el cuello! Así que, algunas cosas sí entran:

El fayḍ[7] y la barakah[8] entran de la persona con la que te estrechas la mano.  Su amor entra cuando se sostienen la mano. Nuestro Amado Maestro también abrazaba. Hay una invención recientemente elaborada: ¡Se chocan las cabezas en lugar de besarse y abrazarse los unos con otros! ¡No hagan eso, no tienen mi bendición! ¡Eso no me complace! ¿Por qué chocan las cabezas? ¿Están todos preocupados por pensamientos sensuales? ¿Por qué no debería besar a un hermano? ¿No puedo amarte como un ser humano, como un khalīfatullāh? ¿Sólo debo amar a la gente de mi mismo género? ¿O del género opuesto? ¡Qué básico, qué vil! ¿Qué clase de mentalidad es esa? ¿No puedo amar a cualquier ser humano, y ni hablar de un amado hermano o hermana musulmán, como un ser humano? Mucha gente no musulmana tiene un comportamiento perfecto; ¡amo su cortesía, no su religión!

¿No fue nuestro Amado Maestro a la casa de un niño judío en Medina para ofrecer su solidaridad y rezos por la enfermedad que el niño estaba sufriendo? ¿Vamos más lejos?… Una procesión funeraria judía estaba pasando, él ṣallallāhu ʿalayhi wa sallim, se puso de pie. “Yā RasūlAllāh, esa procesión que está pasando es de una persona judía.”, dijeron. Los miró enojado y dijo:

“¿No era él también un hijo de Ādam?”

¡Él no esperó que la procesión pasara, se levantó! Era un funeral judío. Estos sucesos realmente tuvieron lugar. Esta es una acción de nuestro Amado Maestro. Si no aman a otros seres vivos, y ni siquiera se acercan a ellos como khalīfatullāh,[9] si no abren sus corazones a otros, y los conquistan – entonces estarán sentados en el Paraíso con las “huríes! …”

{Efendi dice esto burlonamente, implicando que el egoísta no irá al Paraíso.}

Nunca olviden la súplica de Ḥaḍrat Abū Bakr:

“¡Oh, nuestro Rabb al-ʿĀlamīn! ¡Haz que mi cuerpo sea tan grande que ningún otro musulmán pueda entrar al Infierno excepto yo!”

¡Así te conviertes en un Abū Bakr! “¡No somos Abū Bakr!” ¡Por supuesto que no! ¿Pero no proclamamos amarlo, al menos de la boca para afuera? El amor se mide por la extensión con la que intentamos parecernos al amado. Deberíamos aprender en detalle sobre los amigos de nuestro Amado Maestro y aquellos cercanos a él. También, deberíamos aprender sobre las vidas de los Awliyāʾullāh. ¡Tómenlos a todos ellos como ejemplos a seguir, y apliquen ese conocimiento, en su propia vida! Si no hacemos eso, nos convertimos en nada más que una horda de seguidores, ¡que es lo que somos! Seremos incapaces de ser una comunidad distinguida. ¡Los creyentes de Allāh y Su Profeta son una comunidad distinguida, no una horda! ¡Desafortunadamente, cuando miramos la escena actual, nos vemos forzados a reconocer que no somos una comunidad distinguida! ¡Hasta que no cambiemos este panorama, nunca cesaremos de tener nuestras Sirias, nuestras Filipinas, o nuestra propia versión de “Primaveras Árabes”!

Nunca cesaremos de tener tales problemas, hasta que ustedes no dejen de hacerse mal a sí mismos yendo en contra de las órdenes de Allāh. ¡Él emplea tiranos para oprimir a los musulmanes que transgredieron contra sí mismos! ¡Tengan eso presente!

¡Eso es suficiente!
as-salāmu ʿalaykum

{los derviches responden:}

wa ʿalaykum as-salāmu wa raḥmatullāhi barakātuhuuuu!

Sohbet Sheij Tugrul Efendi – 27 Muharrem 1437 – 09.11.2015 – Charla relacionada con un invitado sirio – 3ra. Parte

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[1] Aqīdah: credo, artículo de fe.

[2] Unidad:  El Tauḥīd- lā ilāha illAllāh, Muḥammadun Rasūlullāh.

[3] Adoración antes del amanecer:  aṣ-ṣalāt al-fajr.

[4] La comida antes del amanecer cuando se ayuna: saḥūr.

[5] Sohbethâne: El cuarto donde el shaikh da el sohbet.

[6] Uno que posee taqwā, la meticulosa atención de los deberes que Allāh espera del ser humano.

[7] Emanación espiritual.

[8] Bendiciones, fecundidad.

[9] Allāh creó el universo y designó al ser humano como Su representante. Creyente o no creyente, todos son khalīfatullāh, viceregentes de Allāh.