Sobre el Dua y el Apego

 

Bismillahir Rahmanir Rahim

 

Sobre el Dua

Ciertamente el Dua es el medio para pedir a Allah por nuestras necesidades.  Pero a veces no comprendemos la sabiduría de Allah en Su respuesta, y dudamos si nuestros pedidos son escuchados.

Imagínense como si un mendigo llegara a su puerta. La primera vez que toca, no le dan nada. La segunda, la tercera, la cuarta, la quinta y hasta la décima vez que vuelve a tocar la puerta, no le dan nada. Pero si toca por centésima vez, no lo rechazarás.

No es importante ser aceptado o no. Lo que hay que hacer es insistir y pedir. Lo que hacemos, lo estamos haciendo porque creemos que es nuestra responsabilidad; no porque vayan a aceptar lo que pedimos.

Por otra parte, no tenemos ninguna seguridad de que lo que queremos es lo mejor para nosotros. Lo que es mejor para nosotros no es lo que pedimos o lo que deseamos, sino lo que Él nos da.

En vez de quedar tristes porque no nos han dado lo que hemos pedido, debemos agradecer por aquellas cosas que sí hemos recibido. Por ejemplo, te consideras tan pobre que te quejas porque no tienes lo suficiente para vivir…

¿Cuánto crees que tienes derecho a pedir? ¿Cuánto cobrarías por perder el brazo izquierdo? ¿Qué tal tus ojos? ¿Tus pies? ¿Tus oídos? Vean lo ricos que somos. Si pusieran sus extremidades a la venta en el mercado, imagínense cuánto dinero podrían ganar.

 

Sobre el apego

Cada cosa en este mundo, incluyéndonos a nosotros, es temporal. Sentir apego por todo lo que es temporal no tiene sentido verdaderamente. Solamente debemos sentir apego por aquello que es eterno, que no es temporal, de tal manera que nunca lo vamos a perder. En particular, en el caso de un derviche, sentir apego a la personalidad de su sheikh es tan peligroso como sentir apego por cualquier otra cosa temporal. Tengo varios derviches que tienen sus años ya y que han tenido muchos Sheikhs, y yo soy su cuarto Sheikh, han tendido tres Sheikhs antes que yo. En el Asitane tenía un derviche con la posición de Saki Dede, que es uno de los catorce puestos que hay en el dergah incluyendo al Sheikh. Ese Saki Dede en la época de Fahreddin Efendi (ra), quien fue su primer Sheikh y dejó este mundo, estaba tan triste que tuvieron que internarlo en un hospital psiquiátrico. Después de haber pasado por esta terapia psiquiátrica se mejoró, tomó mano con Muzaffer Efendi (ra) y cuando éste dejó este mundo, tomó mano con Sefer Efendi (ra) y cuando él dejó este mundo tomó mano conmigo. Nosotros queremos ver al Amado y echar de menos al Amado es aceptable. Pero decir que no hay nadie más que él o ella no es aceptable.

Pedimos que Allah Ta’ala no nos separe eternamente. Para la persona que tiene fe no hay separación. También Allahu Ta’ala dice: “Los pruebo con las suposiciones con las cosas que ustedes creen que son de ustedes, por ejemplo, sus bienes, sus hijos, cualquier cosa que viene de ustedes, cualquier cosa que es producida por ustedes, incluyendo sus hijos, incluyendo sus derviches, que ustedes creen que poseen”, Allahu Ta’ala dice: “Los voy a probar separándolos de aquello a lo cual sienten tanto apego.”

A pesar de esto Fahreddin Efendi (ra) tiene una oración que acabo de recordar que decía: “Que miles de no creyentes mueran pero que ningún musulmán muera. Que mil musulmanes mueran pero que ningún derviche muera. Que mil derviches Yerrahis mueran, pero ninguno de los míos.” Parece un chiste, pero él lo rezaba muy seriamente.

Un padre y una madre son instrumentos, herramientas, para traer a un niño de una realidad eterna a este mundo temporal. El Murshid, el Sheikh de ustedes que los saca de este mundo material los lleva a la vida eterna. ¿Quién es más importante? ¿su padre, su madre, o su Murshid? Unos los traen de la realidad eterna a este mundo temporal y el otro los saca de este mundo temporal y los lleva a la vida eterna. El amor es algo completo, es un todo. El sentimiento del amor nunca se puede comparar. No se puede comparar el amor que se siente por el padre o por la madre. Son amores diferentes. O a un Sheikh con otro Sheikh. El amor entre ellos no puede ser comparado. Lo que sientes por ellos no puede ser comparado.

Hz. ‘Ali (ra) un día llegó a su casa, tenía un rostro muy poco feliz en ese momento. Nuestra madre Hz. Fatimah (ra) cuando vio a Hz. ‘Ali (ra), y vio su tristeza, le preguntó: “¿Qué te sucede?” y Hz. ‘Ali (ra) dijo: “En verdad no tengo ningún problema. Lo que pasa es que tu padre, nuestro Maestro (saws), me hizo una pregunta y no tuve respuesta y está todavía dando vueltas en mi mente, por eso quizás me ves como si estuviera triste.” Hz. Fatimah (ra) le preguntó. “¿Qué es lo que te preguntó mi padre?” Hz. ‘Ali (ra) respondió: “Tu padre me preguntó: ‘¿A quién amas más? ¿A Allahu Ta’ala, a mí, o a tu esposa Fatimah, o a tus hijos, Hz. Hasan y Hz, Husayn?” y simplemente no pude responder. Hz. Fatimah le dijo: “¿Dónde está la dificultad en esta pregunta? Debieras haber dicho: ‘Amo a Allahu Ta’ala como servidor, te amo a ti porque eres parte de la ‘Ummah, amo a Fatimah como esposa, y amo a mis hijos como un padre”.

La separación que había entre la casa de Hz ‘Ali (ra) y la de Rasulullah (saws) era de una cortina, y tan pronto como oyó esta respuesta su rostro se iluminó y dijo: “Voy a ir a darle esta respuesta, y sólo así voy a poder estar tranquilo.” Así que corrió a la presencia de Rasulullah (saws) y le dijo: “¿Me dejas darte la respuesta tu pregunta? “Amo a Allah (swt) como servidor, te amo a ti por ser parte de tu ‘Ummah, amo a Fatimah como su esposo y amo a mis hijos como padre.” Rasulullah (saws) después de haber recibido esta respuesta, sonrió y dijo: “Bien, pero esta respuesta huele a Fatimah.” ¿Qué lección sacamos? Durante nuestras vidas usamos muchos sombreros, padres, madres, hijos, hijas, empleados, somos empleadores, asumimos diferentes roles y cada rol tiene un sombrero que debieran cumplir con sus responsabilidades en formas distintas según el rol que estén asumiendo, no son conflictivos entre sí. Somos capaces de cumplir con las responsabilidades de cada rol.

 

Sheikh Tugrul Efendi – Charla Buenos Aires – Julio 2019