Mujeres especiales en la Creación de Allah (swt)

Bismillahir Rahmanir Rahim.

 

Hoy leí unas noticias que realmente tocaron mi corazón como rechazo a lo que estaba viendo.

Como ustedes saben hay grandes cambios a nivel social en Arabia Saudita, y ahora las mujeres pueden conducir automóviles, asistir a ver partidos de fútbol, etc.

Pueden hacer todas las cosas que el resto del mundo toma como un derecho. Y es así, todos los seres humanos tienen los mismos derechos.

Lamentablemente Arabia Saudita debería estar más allá de todas estas cosas, pero es lo que ellos hacen. Y cosas así ocurren, no tan estrictamente, en países musulmanes.

Mi pregunta es ¿de dónde salen esas costumbres? Sin dudas son tribales, son costumbres de ellos. Pero nuevamente, ¿cómo han llegado a esos niveles, a esas conclusiones, a esas reglas?

Los árabes descienden de Hz. Isma’il, Ismael (as) lo mismo que los judíos y los cristianos. ¿Por qué, luego de miles de generaciones, llegan con esas costumbres? No lo entiendo.

El primer musulmán fue una mujer, Hz. Jadiya (ra), la esposa del Profeta Muhammad (saws). Fue ella quien lo ayudó en los momentos del comienzo de la revelación de la profecía, con cuestiones que él no entendía y que le causaban cierto temor, pues él pensaba que se estaba trastornando por lo que el arcángel Gabriel (as) le trajo como mensaje.

Y tomo como ejemplo a nuestro Pir (ks). Su tumba se encuentra, y ustedes lo han visto y continuamente están enviando fotos desde allá, con las reformas que se llevan a cabo en el Asitane; con la cabeza de él en dirección a la Ka’aba, pero inmediatamente, antes de la cabeza de él está enterrada su madre.

Cuando Allah (swt) creó el mundo Su palabra se concentró en lo que descendió para nosotros, el Corán i-Kerim. Una cantidad incontable de tiempo entre la creación del mundo y el descenso del Corán a Hz. Muhammad (saws).

La transmisión del Corán i-Kerim tardó veintitrés años para los seres humanos, como ustedes saben. Es el mismo grado de inclinación que tiene la Tierra, veintitrés grados.

Si algo cambiara, por muy poquito, todo lo que conocemos, incluidos nosotros, desaparecería de este mundo.

El Corán i-Kerim es una guía moral para la humanidad. Es decir, todas las virtudes del Corán son imposibles de describir porque se trata de la palabra de Allahu Ta’ala. 

Pero con respecto a los eventos históricos que son mencionados en los ayats del Corán i-Kerim, estos se describen con ejemplos para que nuestro intelecto pueda comprender su mensaje.

Entre estos ejemplos están los relacionados con las mujeres.

Hay más o menos veinticuatro de ellas, porque no hay un número exacto, que son mencionadas en el Corán i-Kerim. Sólo una de ellas por nombre, y esa es Hz. Maryam (as) la madre de ‘Isa, Jesús (as).

Todas las demás son mencionadas por los eventos o través de las personas que participan en esos eventos. Y de las veinticuatro hay dieciocho que son mencionadas así, indirectamente. Por ejemplo, Isabel, esposa de Zacarías que en el Sagrado Corán dice: “Oh Señor ¿cómo voy a tener un hijo si yo soy muy viejo y mi esposa es infértil?”.

Y luego están las demás, que ilustran, ponen énfasis en aspectos morales que son transmitidos a través de estos ayats.

Estas mujeres sirven como ejemplo, de la misma manera que Hz. Jadiya (ra) debería servir como ejemplo a aquellos que viven en la sociedad de la que ella fue miembro cuando existió en este Tierra, cuando dio cobijo y amor a lo mejor, a lo sublime de la Creación, a Hz. Muhammad (saws).

Entre estas mujeres que sirven como ejemplo tenemos a,

-Hz. Hawa, Eva (as) quien es símbolo de la igualdad.

-‘Um Musa, la madre de Moisés (as) quien es un ejemplo del espíritu que nutre.

-Bilqis, quien era la reina de Shiba o Sheba, es inteligente y sabia.

-Ana, la madre de Maryam (as) quien tiene una procedencia aristocrática.

-Finalmente, la única mujer que es mencionada en el Corán i-Kerim, Hz. Maryam (as) quien es la esencia de la virtud.

Allah (swt) se dirige a nosotros en la “Sura An-Nisa” Sagrado Corán diciéndonos:   “¡Oh gentes! Sed conscientes de su Sustentador, que ha creado un solo ente vivo, del cual creó una pareja y de esos dos hizo surgir una multitud de hombres y mujeres. Y mantenemos conscientes de Allah, en cuyo nombre los reclamáis mutuamente [vuestros derechos], y de estos lazos de parentesco. ¡En verdad, Allah os observa continuamente!”

Aquí, Allah (swt), hace  referencia al vientre de la mujer, y el especialísimo papel, repito, que tiene la mujer en la raza humana.

La mujer es la esencia de lo positivo, es la esencia de la Creación, lo hemos dicho en muchas oportunidades.

Al ser la esencia de la Creación, en el sentido de que da vida, permite la existencia de la humanidad al traer seres humanos al mundo. Esa esencia positiva debe estar en relación con lo que la mujer hace, ya sea en su relación, en su trabajo o a lo que se dedique.

La mujer jamás debe tener roles en los cuales quita vida: soldado, policía, cosas así. No porque no lo pueda hacer. Lo puede hacer perfectamente bien, y quizás mejor que cualquier hombre. Simplemente no debiera hacerlo porque va en contra de su esencia.

Precisamente en la sura que mencioné recién el concepto de igualdad está absolutamente claro. No está hablando de hombre y mujer, está hablando de dos seres que fueron creados. No dice que uno es superior al otro, como la Biblia insinúa.

En el Corán i-Kerim, la palabra de Allahu Ta’ala, nos dice: “Y los creó idénticos en cuanto a naturaleza. Y los ha diseminado por todos los rincones de la Tierra”.

El rol de la mujer, en el proceso de embarazo y dar a luz, es venerado.

Allah (swt) nos dice luego, en la “Sura Al-Baqara”, ayats 35-36: “Y dijimos: “¡Oh Adán! Habita con tu esposa en este jardín, y comed con libertad de lo que en él hay; pero no os acerquéis a este árbol, porque seriáis transgresores. 

Pero Satán les hizo caer en eso, y precipitó con la pérdida de su estado anterior. Y dijimos: “¡Descended, [y sed en adelante] enemigos unos de otros; ¡y en la tierra tendréis que vivir y vivir para un tiempo! ”  

Como ustedes saben el shaytan los tentó y los hizo descender de ese estado de felicidad en que existían.

Hay algo muy interesante, y esto el sheikh Muzaffer Efendi (ra) lo repitió un par de veces, cuando en un momento vio Hz. Adam (as) escrito en los cielos “Muhammad Rasulullah”  y evidentemente quiso conocer a ese ser que descendería de él y de Eva (as). Pero recuerden que cuando él vio eso no tenía aún un cuerpo. Era un espíritu que estaba allí.

Y sintió amor por el nombre que aparecía en los cielos. Sintió amor ¿por qué? porque el Creador mostró amor por lo mejor de Su Creación, Hz. Muhammad (saws) para enviar ese mensaje.

Tanto Adam (as) como Eva (as) quisieron sentir esa sensación del amor.

Nuevamente, recuerden, no tenían cuerpos, estaban en espíritu.

Nosotros no podemos concebir cómo se siente un espíritu, ¿por qué? porque estamos hechos de dos partes. Y ellos descendieron a este mundo, primero porque estaba decretado, pero segundo, para poder sentir amor.

En estos versos del Corán i-Kerim en ningún momento se habla de sentido de inferioridad en el cual Eva (as) fue creada de una costilla de Adam (as), sólo que ambos cometieron el error al comer de esa manzana. Pero eso estaba escrito, ellos tuvieron que pasar por esa experiencia para que nosotros pudiéramos existir.

Eso dejó una mancha oscura en todos los descendientes de Adam (as) y Eva (as). Y esa mancha existe en todos nosotros y continuará existiendo hasta el final de los tiempos, con una sola excepción: Hz. Muhammad (saws) no la tenía.

Otra mujer que es mencionada es ‘Um Musa, la madre de Moisés (as). Su nombre no es mencionado, sino la referencia como madre de Musa, Moisés (as).

Cuando el faraón decide matar a todos los primogénitos de los israelitas, que vivían en sus dominios como esclavos, Allah (swt) le envió un mensaje directo a ella, son llamados wahi aquellos que reciben un mensaje directo de Allah (swt). Pero ella recibe la inspiración que es descripta en el Corán i-Kerim, “Sura Al-A’raf”, ayat 7: “Y así [cuando él nació] inspiramos [esto] a la madre de Moisés: “¡Dale de mamar [por un tiempo], y luego si temes por él, ponlo en el río, y no temas ni estés triste –porque te lo devolveremos, y haremos de él uno de Nuestros Mensajeros!” 

De la misma manera en que Allah (swt) consuela a Maryam, la virgen María (as) posteriormente, le dice a ella que lo devolverá a Moisés (as) sano y vivo.

Además de todo esto, y un punto muy importante, es que Allah (swt) deja que ella decida cuándo era el momento indicado para poner a su bebé en una canasta en el río y dejarlo que fuera Allah (swt) no le dijo: “Hazlo ahora”, sino que le dijo en cambio: “Cuando tú tengas miedo por su seguridad.” Y ése es un mensaje directo. Muy pocos seres humanos reciben un mensaje directo del Creador.

Ese regalo que lo llaman wahi o comunicación de Allah (swt) la convierte a ella en muhaddaz, pues son así llamados los individuos que reciben estos mensajes.

Como este ayat indica, las mujeres reciben mensajes directamente del Creador de la misma manera que los hombres, y al mismo tiempo, en el caso de ella, la eleva a una estación espiritual muy superior al resto de la Creación. Porque creía de tal manera en la palabra del Creador, a pesar de su instinto de madre, pues tenía que poner a su bebé en una canasta en el río por orden de Allah (swt).

En el caso de Hz. Abraham (as), de Hz. Ismael (as) y de su madre, lo que el shaytan le dice: “¿Cómo sabes que no es un sueño o algo imaginario?”

‘Um Musa, la madre de Moisés (as) no tuvo ninguna duda, lo hizo. Ustedes conocen el resto de la historia.

Luego tenemos otra de estas mujeres virtuosas, la reina de Shiba, Bilqis, como la llamaron los judíos en la época del profeta Salomón (as).

Cuando él oyó hablar de la inteligencia, de la sabiduría, que tenía esta reina y cómo conducía todos los asuntos de estado. Él admiraba todo eso. La admiraba como persona, entonces Hz. Salomón (as) la invita a Islam, a la religión, a la Unicidad, a la fe en un solo Dios, un solo Creador.

Ella era pagana, adoraba ídolos, lo mismo que todos los habitantes de su reino.

Hz. Salomón (as) le envía una carta invitándola a que se haga musulmana, es decir, que se entregue a la devoción de un solo Dios, del Creador, de nuestro Allahu Ta’ala.

Y Bilqis, la reina de Shiba, en contra de todo lo que sus asesores le decían, les comunicó a estos: “Señores, esta carta que me ha sido enviada merece todo mi respeto.” Es decir, que al leerla, su estado le permitió entender el mensaje con su corazón, con su espíritu la verdad del mensaje divino.

Respondió con una exquisitez increíble. Fue muy diplomática.

Al comienzo ella, en respuesta a la carta, enviaba regalos a Hz. Salomón (as) mientras consultaba a sus asesores. Hizo todo esto para evitar que hubiera una revolución en su reino y para mantener la paz. He aquí por qué la consideraban tan sabia.

Y actuando de manera opuesta a los que estaban en posiciones similares, ella elige no pelear. Ella elige la paz.

Luego de consultar, no acepta ninguna de las respuestas de sus consejeros y acepta ir a visitar a Hz. Salomón (as).

Él la hace pasar por una serie de pruebas, y ella da la respuesta correcta, le dice a Hz. Salomón (as) que había aceptado Islam antes de conocerlo. Que cuando había recibido la carta su interior se transformó, y eso que es bellísimo, el deseo de unirnos en adoración al Creador, surgió en su corazón.

Mi hermano Sefer Baba me comunicó que nuestro hermano Daud (David) haría el acto de bayat esta noche. Si es así, si no ha cambiado su deseo.

Eso mismo que él siente, lo llevó primeramente a hacer la shahada, de una manera muy cuidadosa, pues hace tiempo ya que va al dergah, si ese deseo de adorar al Creador continúa creciendo en su ser.

Esta noche, si ha ocurrido o aún no, el acto del bayat, Daud, debe saber lo mismo que nos han dicho a todos nosotros: que los cielos están de fiesta, por él, por su acto y por lo que él siente.

Ana, la madre de Maryam (as) en el Corán i-Kerim se menciona que desciende de la casa de ‘Imran. Ella esperaba un hijo varón, y dedica lo que lleva en su vientre al servicio de Allah (swt).

En esa época no existían todos los instrumentos que hay hoy en día, así que no se sabía el sexo del bebé hasta el momento en que salían al mundo.

Cuando Maryam (as) salió del vientre de Ana, ésta dijo: ¡“Oh Señor, he traído al mundo una mujer!” Allah (swt) le contesta: “Sí. Yo le he nombrado María, y protegeré a ella y su descendencia del shaytan”.

Finalmente Maryam (as) ustedes saben, que desde muy pequeña, fue entregada a Zacarías, su tío, que era uno de los sacerdotes del templo; y dedica ella su tiempo a trabajar en el templo y a la adoración de Allahu Ta’ala.

Me detengo un minuto en esta historia.

Hz. Jadiya (ra) a quien admiro muchísimo, para aquellos que irán al Hajj este año, averigüen dónde está su tumba. No está muy lejos de ‘Arafat, si pueden pasen a visitarla.

Cuando Hz. Jadiya (ra) estaba por partir de este mundo, a su lado se encontraba Hz. Fatimah (as) y Hz. Muhammad (saws) se acerca a Jadiya (ra) le susurra algo al oído, ella manifiesta una expresión de dolor en su rostro, y Allah (swt) se llevó su alma.

Hz. Fatimah (as) le dice a su padre: “Padre, ella estaba en sus últimos instantes en este mundo, ¿qué le has dicho que le causó dolor?” Y Hz. Muhammad (saws) le respondió: “Hija mía, Jadiya nunca había conocido el celo. Y le tuve que decir que en el Más Allá yo estaré con Maryam, y en ese momento de partir sintió celos.” Es decir, que con su comentario trajo perfección a Hz. Jadiya (ra), porque Allah (swt) no ha puesto en nosotros nada que no tenga un lugar de importancia como seres humanos.

Regresando a la historia de Hz. Maryam (as) ustedes saben que quedó embarazada por Decreto Divino. Ella se separa de su gente y da a la luz, debajo de una palmera datilera. Y los dátiles de esa palmera la alimentaron durante todo el tiempo de su embarazó hasta que dio a luz.

Ustedes saben que hay todo un capítulo dedicado a Hz. Maryam (as) en el Corán i-Kerim, y que nuestro sheikh Muzaffer Efendi (ra) escribió un libro que debe estar allí, en la biblioteca.

No daré todos los detalles porque están relatados mucho mejor en ese libro, pero lo que sí quiero decirles es que ese libro sobre Hz. Maryam (as) fue escrito por Muzaffer Efendi (ra) en honor al sheikh Nur Baba, de New York, a quien él amaba con todo su corazón.

El sheikh Nur Baba tenía una conexión muy fuerte con el cristianismo, y dicho libro fue dedicado a él, por Muzaffer Efendi (ra).

No es posible poner énfasis en las enseñanzas del profeta Muhammad (saws) basadas en las palabras de Allah (swt) que encontramos en el Corán i-Kerim, y la influencia que han tenido en el avance de la civilización humana.

Nosotros estamos hablando sobre esto que ocurrió hace más de mil cuatrocientos años aquí, a miles de kilómetros de distancia donde estos seres vivieron en su forma humana, en esta Creación.

Somos argentinos, del hemisferio sur, hablamos español, la mayoría de nosotros hemos crecido en la religión cristiana, y ahora nos levantamos y decimos: “Allahu Akbar”. Hacemos el ayuno, hemos ido al Hajj, damos zakat e Insha’Allah somos ejemplos dentro del grupo humano en el cual vivimos a diario, es decir, nuestras familias.

Les ruego que tomen el ejemplo de Hz. Muhammad (saws) para que vuestros descendientes sigan ese ejemplo e Insha’Allah  los que desciendan de ustedes, y a su vez sus descendientes, y así a través de las generaciones y a través de los miles de años, sus descendientes no caigan en los mismos errores que hoy en día algunos grupos musulmanes muestran al mundo. Porque cuando leemos y somos testigos de los horrores que ocurren, nada de esto tiene que ver con lo que dice el Corán i-Kerim.

Y recuerden siempre que el primer musulmán fue una mujer, Hz. Jadiya (ra).

Estas mujeres son nuestras luces, son nuestras guías.

 

As Salam ‘alaykum wa rahmatullah wa barakatuhu.