La importancia de los sueños

 

Bismillahir Rahmanir Rahim.

 

Quería relatarles, brevemente, hablando de sueños, una corta historia. La misma se encuentra vinculada a Muzaffer Efendi (ra), mi primer maestro. Un hombre muy especial, como son todos aquellos que dedican su vida a servir al Creador y a Su Creación en todas las religiones que han llegado a los hombres en la tierra. Ese regalo, esos estados espirituales, no constituyen una prerrogativa dentro del Islam, ni de la rama mística dentro del Islam, Sufismo (Tasawwuf) el camino que nosotros seguimos, sino de todas las religiones verdaderas, monoteístas en especial, que han recibido a través de las revelaciones del Creador a sus Profetas.

Regresando al caso de Muzaffer Efendi (ra) Allah (swt) nos regaló, a mi esposa y a mi familia, la bendición de poder conocerlo en mil novecientos ochenta.

Y la primera vez que lo vimos, mi esposa y yo sentimos lo mismo, una inmediata atracción hacia ese hombre que no lo podemos explicar o no lo podíamos explicar en ese momento. Ahora sabemos por qué ocurrió. Sin dudas fue el destino, pero lo que esa gente emana es la conexión íntima que tienen con el Creador. Y distribuyen ese amor con su presencia, con sus palabras, con sus miradas. Muchas veces a pesar de que hay silencio ellos continúan transmitiendo esa sabiduría, esa conexión con Dios.

Muzaffer Efendi (ra) era un Imam, es decir, tenía una mezquita a su cargo en Istanbul, donde él dirigía los rezos y daba los sermones. Tan es así que su conocimiento, su manera de ser, lo llevó a ser invitado a otras mezquitas, también a dar sermones, a hablar y participar de todos los eventos y ritos que son requeridos en la vida de un musulmán. Desde el nacimiento hasta los rezos que se hacen cuando un musulmán entrega su alma al Creador y parte al más allá.

Además de dicha profesión Muzaffer Efendi (ra) tenía un negocio de libros antiguos, una librería de libros antiguos en Istanbul.

Istanbul hoy en día es una ciudad enorme, parte de ella está en Europa y otra parte en Asia, separadas por el estrecho del Bósforo. Donde las dos masas continentales, la europea y asiática se unen.

Es una ciudad que tiene más de 10.000.000 millones de habitantes. Pero el negocio de Muzaffer Efendi (ra) se situaba en lo que era la Vieja Bizancio.

Ahora bien, Muzaffer Efendi (ra) tenía esta librería que ahora continúa en posesión de la familia, y está al lado de la Mezquita de Beyazid, más precisamente entre ésta y el gran bazar de Istanbul, muy famoso. Está como un pequeño shopping center, donde los comerciantes venden libros, libros religiosos en su mayoría.

Bueno, estaba Muzaffer Efendi (ra) allí y tuvo un sueño en el cual veía a un hombre muy hermoso, vestido con ropas religiosas, una túnica larga.

Muzaffer Efendi (ra) en el sueño estaba regresando de la Mezquita de Fatih, donde se encuentra la tumba del Sultán Mehmet II “El Conquistador de Istanbul”. Había tomado un tranvía y regresaba a Beyazid. Es una distancia de tres o cuatro kilómetros. Y cuando estaba llegando a su lugar de destino, Beyazid, ve que del otro lado de la calle estaba este hombre, hermoso, con un bastón, y con el bastón le hacía señas para que cruzara la calle y fuera a su encuentro. Ése fue el sueño.

Al día siguiente regresa a su negocio, y al rato ve a ese mismo hombre que había visto en el sueño, que estaba caminando frente a su negocio. El hombre echó un vistazo al negocio, pero continuó caminando. Muzaffer Efendi (ra) no se animó a salir, pensando que se trataba quizás de una casualidad. Nosotros sabemos que las casualidades no existen.

A unos días vuelve a soñar con este mismo hombre. Pero él estaba en una barcaza cruzando el estrecho del Bósforo, entre el lado de Asia, llamado Üsküdar y el lado europeo, en tanto se desató una terrible tormenta. En este suceso el timón del barco se rompió, las velas se desgarraron, por ende, estaban en peligro. Entonces le aparece este mismo hombre que él había visto en su primer sueño, y luego caminando cerca del negocio, le da algo para leer y dice: “Lee esto y te salvarás”. Muzaffer Efendi (ra) terminó de leer y esa misma persona le dijo: “No te preocupes. No tengas miedo. Estarás a salvo”.

La única diferencia de este Sheikh, en ese momento, fue que no tenía la túnica negra del Sheikh, sino que estaba descalzo y tenía el turbante del Sheikh.

Ahora bien, Muzaffer Efendi (ra) vuelve al otro día a su negocio ¿y qué sucede? Este mismo hombre va caminando, pasa frente a su negocio, mira hacia adentro y continúa. Muzaffer Efendi (ra) con el mismo sentimiento de la primera vez no se animó a salir a saludarlo, pero ya entendía que había un mensaje espiritual muy importante en todo lo que estaba ocurriendo. Pero como no quería interferir con el proceso no salió a saludarlo.

Va a su casa esa noche y tiene otro sueño más con el mismo hombre, en el cual se repite un poco lo que le sucedió al Profeta Muhammad (saws) cuando comenzó a recibir la revelación del Corán, en la cueva donde él meditaba y se le apareció el arcángel Gabriel (as) y éste aprieta con mucha fuerza al Profeta (saws) a tal punto que él pensaba que le estaba por romper las costillas y se estaba quedando sin aire. Y le dijo: “¡’Iqra! ¡‘Iqra!”, la primera Revelación que descendió de Allahu Ta´ala a Hz. Muhammad (saws) y el mensajero era el arcángel Gabriel (as).

Este hombre en el sueño, este Sheikh, lo aprieta a Muzaffer Efendi (ra) con tanta intensidad y luego lo deja y se marcha.

Muzaffer Efendi (ra) soñó eso y al día siguiente lo vuelve a ver, por tercera vez, a este hombre que pasaba por allí, frente al negocio mira hacia adentro, pero Muzaffer Efendi (ra) nuevamente no se animaba a ir a saludarlo y preguntarle.

Finalmente, el hombre caminó unos doscientos metros, regresó y le dijo: “¡Tú, cabeza dura! ¿Cuándo comenzarás a tener fe?” le dirigió estas palabras y Muzaffer Efendi (ra) se abrazó a sus pies, besó la mano del Sheikh y le respondió: “A partir de este momento”. Y se convirtió en su discípulo.

El Sheikh mencionado en los sueños se llamaba Tahir Al-Marashi y era el Türbedar, es decir, cuidaba las tumbas en el cementerio de la Mezquita de Fatih. Era el Sheikh de la Tariqah “Khalwatiyya Shabani”. Y lo acepta a Muzaffer Efendi (ra) como su estudiante, y a partir de ese día se vieron todos los días durante siete años. Algunas veces hablaban, otras veces en silencio esa enseñanza era transmitida de corazón a corazón, como es en nuestro camino.

Tal es la importancia que le damos a los sueños. Especialmente si el que le transmite el mensaje es Hz. Muhammad (saws)

Esos sueños no requieren interpretación. Son como son. Son como aparecen.

Insha´Allah dejen en la tierra la estela de vuestra fe y que vuestro ejemplo lleve a otros a encontrar al Creador, ya sea en el Islam o la tradición que esté en el destino de ellos Insha´Allah.

Tenemos la obligación de enseñar a vuestros niños el camino, y que ellos a su vez cuando crezcan continúen llevando el mensaje de gente que vive sólo para servir a la Creación, para ser fuerzas positivas en la Creación.

Tristemente, en otras áreas del mundo nuestra religión no está dando ese ejemplo y lo lamento muchísimo. Trae lágrimas a mi corazón y trae lágrimas a muchos otros seres humanos.

Nosotros vivimos para servir a Dios. Y únicamente podemos servir al Creador sirviendo a su Creación. Espero que eso quede siempre en vuestras mentes y en vuestros corazones, para todos y cada uno de nosotros.

 

As Salam ´alaykum wa rahmatullah wa barakatuh  

Sohbet de Hajji Orhan Baba. “La importancia de los sueños en nuestro camino.” Sábado 23-07-2016