El hombre verde

 

 

Bismillahir Rahmanir Rahim

 

Quería tocar un tema del que muy rara vez hemos hablado, y mis maestros también hablaban muy pocas veces sobre esto. Quería dedicar algunas palabras a aquel profeta que lo llaman “el hombre verde”, que es eterno, Al-Khidr (as).

Su color verde representa una frescura de espíritu, la habilidad de cambiar situaciones negativas en positivas. Por ejemplo, si él camina por una zona desierta en la cual hay poca vegetación, poca vida, uno ve que él estuvo caminando por allí porque esos lugares se tornan verdes.

Nosotros, en el wird que recitamos, pedimos su ayuda, en la parte que recitamos los diez Al-Fatiha, la parte que nos corresponde a nosotros. Donde pedimos: “Envíame la ayuda de Al-Khidr (as), servidor de Al-Fatiha”.

Hay discrepancias sobre estos temas, siempre va a ocurrir así, acerca de quién es Al-Khidr (as). Simplemente representa la presencia benigna de la sabiduría divina en esta dimensión.

En nuestra tradición también Al-Khidr (as) es llamado el maestro del Profeta Moisés (as). Ustedes recuerdan ese tema, sino busquen en los libros de Muzaffer Efendi (ra), que está hermosamente descripto.

También alguien me preguntó el otro día acerca del hombre perfecto: Al-Khidr (as) es considerado uno de ellos. ¿Quiénes pueden alcanzar ese nivel? Muy pocos seres humanos, pero lo que tratamos en nuestro camino, en nuestra tradición, en lo que aprendemos, en lo que recitamos, es alcanzar un nivel parecido y sometemos nuestros esfuerzos a la consideración del Creador y, que Él decida Insha’Allah, si estaremos cerca de un nivel así, de un wali o de un hombre perfecto. Dicen, además, que él fue también el maestro de Dhu’l Qarnayn, no sabemos, quizás.

Dice la tradición que él se encontraba en unas tierras, caminando, y tenía un pez salado, muerto por supuesto, en sus manos. Cuando llega a un riacho que estaba semiseco, ese pez se le cayó o él lo puso en la muy poca agua que quedaba, volvió a la vida, y al ver eso él se dio cuenta que esa era la fuente de la eternidad, el agua que le iba a dar vida eterna, la bebió, y aquí está con nosotros desde entonces.

Para nosotros hay cuatro seres humanos que fueron al Más Allá sin fallecer: Al-Khidr (as) fue uno de ellos, el otro fue Jesús (as), el otro fue el Profeta Elías (as), y el otro fue Idris (as). Dos de ellos van a regresar antes del Final del Mundo. Jesús (as) dijo que Elías (as) iba a regresar antes que él a esta dimensión, y luego Jesús (as) que vencerá al shaytanir-rayim y, por último, el trabajo de su primo, Juan el Bautista (as) será matar al shaytan.

Todas estas son hermosas historias, no sabemos cómo ocurrirán, Jesús (as) tiene que regresar a esta dimensión, no sólo por la importantísima tarea de vencer a shaytan el maldito, sino también para conocer el amor entre un hombre y una mujer. Así es de sagrada la relación que Allah (swt) nos ha regalado en este mundo. Nos regaló el uno para el otro, y me dirán: “¿quién es más importante?” Lo único que les puedo decir es que la mujer tiene un lugar increíblemente privilegiado en nuestra tradición, siendo la primera creyente Hz. Jadiyah (ra), esposa del Profeta (saws), y quien lo contuvo cuando él recibió su primera revelación, que descendió en el Monte Hira, en la pequeña cueva en la que él se encontraba. El rol que la mujer tiene en nuestra tradición es importantísimo.

Nuestro Pir Nureddin Al-Yerrahi (ks), que es el sello de los santos de su nivel, está enterrado con los pies en dirección, por supuesto, hacia la Ka’aba, (los invito a que vayan a Istanbul y lo vean) pero él está ubicado a los pies de su madre, porque dicen que la expresión del Paraíso en esta dimensión, en esta tierra, se halla a los pies de las madres.

Aquí lo que importa es el potencial, lo que eso representa en cada una de ustedes para esta Creación.

Además de Al-Khidr (as) en nuestra tradición, existe lo que se llama el Gobierno Divino, encabezado por lo que llamamos el qutub: el polo, el centro, el eje. Es quien nos conecta con aquella dimensión desde donde nuestro Creador nos envía Su sabiduría.

Ese qutub es lo que representa al Insan i-Kamil entre nosotros. Algo muy interesante es que fuera del qutub hay dos o tres escuelas de pensamiento que están para ayudarlo o quienes son parte de ese Gobierno Divino. Algunos dicen que debajo de él hay cuatro, debajo de éstos hay siete, debajo de esos siete hay cuarenta, y debajo de esos cuarenta hay trescientos.

El Sheikh que dirige el dhikr, si ustedes prestan atención, hace mención de ese Gobierno Divino en cada una de estas ceremonias. Dirija quien dirija el dhikr, entre los Yerrahis, tiene que mencionar ese Gobierno Divino.

Decían que existió uno que fue el “Polo de los polos”, Hz. Abdul Qadir Al-Gilani (ks), y que continúa haciéndolo. Reitero, son temas complicados para discutir, charlar y demás. Sugiero que busquen información y traten de aprender lo que puedan. No son temas para ver quién tiene la razón y quién no. Simplemente es algo que existe y lo aceptamos o no lo aceptamos como una realidad.

El qutub, se lo mencioné a uno de nuestros hermanos los otros días, dicen que habita en Meca. Pero si es así, Hz. Abdul Qadir Al-Gilani (ks) no podía haber sido el qutub, ya que vivió muchos años fuera de Meca. No obstante, durante el Hajj, el qutub y sus ayudantes están allí, frente a la Ka’aba. Si uno mira la pared donde está la puerta y la piedra negra, a la izquierda de ésta, en esa sección hacia arriba se encuentra el qutub y sus cuatro ayudantes y, a veces, los siete. Sin embargo, algo aún más interesante, es el hecho de que muchos de ellos no saben que lo son. Es Allah (swt) quien les asigna ese rol en Su mundo. En cierta manera son los que controlan todo lo que sucede. Cada uno de esos cuatro que mencioné tiene uno de los puntos cardinales asignados, y todo el territorio que está dentro de lo que comprende ese punto cardinal, y ellos hacen que todo funcione, incluyendo la transmisión del Conocimiento Divino hacia la Tierra y hacia quienes Allah (swt) designó como Sus amantes.

Es un tema que es realmente fascinante, es realmente muy interesante pensar y meditar sobre ello, aunque es difícil concebir estos conceptos como una realidad que nos rodea, pero allí está.

Hubo santos como Al- Hushwiri (ks) que habla de ellos, Muzaffer Efendi (ra) en uno de sus escritos también lo hace. Una vez le preguntaron a Muzaffer Efendi (ra): “¿Cuándo el Profeta Adam (as) llegó a la Tierra?” Y él respondió esto, como hace treinta años: “Seiscientos sesenta y seis mil años atrás.” Es decir, es el Adam (as) de este ciclo y nosotros somos parte del mismo.

Al-Khidr (as) tiene control sobre el mundo de los jinns, el mundo invisible. Él domina esa dimensión también. Todo lo que existe, seres animados como nosotros (en el sentido de tener vida) o seres inanimados como las rocas, los árboles, etc. Todo hace bayat con el qutub siempre.

Debemos entender que hay un proceso en todo esto. Es decir, Allah (swt) nos asigna llegar a este mundo por la comunión de ese Amor Divino entre el hombre y la mujer, y éstos se unen quizás por un momento de placer, pero la dimensión de ese acto llega a la espiritualidad, llega a otra dimensión. Por supuesto, no vamos a estar pensando en esas cosas en ese momento, sin embargo, es una consecuencia de esa unión.

Una vez oí que uno de nuestros Sheikhs era parte de esos “cuarenta”. Y no tengo duda de que otros eran parte de los números menores, de lo siete, de los cuatro; y quizás uno haya sido el qutub de su momento.

Cuando estemos frente el Creador debemos recordar que Él a nosotros nos regaló lo más precioso que existe en toda la Creación, Su palabra que está registrada en el Corán i-Kerim. Es decir, cuando tengamos necesidad a diario, no una vez por semana, de leer aunque más no sea unas palabras del Corán i-Kerim, tenemos que entender que eso es Su regalo, Su invitación, en ese momento, en ese día, en ese instante que nos permite estar más cerca de ellos y de Él.

Además de Hz. Muhammad (saws), entiendo que los ‘abdals van a interceder por aquellos de nosotros cuando llegue el Día del Juicio Final, por supuesto, de la mano del Profeta (saws). Repito, ¿quién es el qutub en este momento? Sólo unos pocos seres humanos que están a ese nivel de cercanía lo saben.

Cuando se descubre la identidad del qutub, Allah (swt) se lo lleva y es reemplazado por uno de los cuatro. Ese de los cuatro que se convierte en qutub, a su vez es reemplazado por uno de los siete, que pasará a ser parte de los cuatro, y será reemplazado por uno de los cuarenta, y éste es reemplazado por uno de los trescientos, y éste es reemplazado, finalmente, por un musulmán común con mucha fe y mucha pureza. Y ruego que, todos y cada uno de ustedes, pueda llegar a alcanzar ese nivel a través de vuestras devociones, de vuestros actos de generosidad, que tengan y tengamos todos la capacidad de perdonar a aquel que nos hiere o nos perjudica. ¡Qué maravilloso regalo! Ése es un verdadero regalo.

En unas pocas semanas vamos a tener a nuestro maestro, a nuestro Sheikh visitándonos. Tenemos preocupación sobre el evento. Por qué no entregamos todo eso al Creador, e Insha’Allah, todo va a salir bien. Que Allah (swt) esté muy contento, porque nosotros estamos muy agradecidos por su visita. Y vamos a hacer lo que hay que hacer, nada más, para estar contentos.

Aquellos de ustedes que estén en relaciones, les pido por favor que consideren hacer un casamiento, por lo menos frente al Creador. El casamiento frente a los hombres puede esperar, frente a la familia puede esperar; lo que no puede esperar es la unión entre el hombre y la mujer frente al Creador. Acabamos de dar un ejemplo de la increíble santidad que eso significa.

Recuerden ustedes que cuando el ser humano es concebido en el vientre de la mujer el alma todavía no ha descendido, tarda un tiempo en descender a ese cuerpo. Y cuando el alma desciende desde el “Paraíso de las Almas”, donde se encuentran en un estado de éxtasis total y absoluto, a tal punto que nuestras almas ni siquiera sabían que existían como almas, y eso sucede porque estamos viendo al Creador de la misma manera que vemos la luna. Cuando esa alma comienza el descenso atraviesa setenta mil velos de separación. Por eso, muchos de nosotros, cuando comenzamos este camino nos piden que recitemos setenta mil veces: “La ilaha illa Allah”. Y cuando el ser humano sale de ese estado de total bendición que es el vientre de la madre al mundo, no lo hace riéndose, sale llorando porque el alma sabe que atraviesa el último y más grueso de todos los velos que la separan de Él, que es la entrada al mundo. Nuestro trabajo es regresar a Él en vida, tener consciencia de eso y trabajar, y no importa que no lleguemos, no importa que no seamos santos, no importa que no seamos totalmente puros. Seamos quienes somos dedicando la mayor cantidad de horas posibles a adorar.

As Salam ‘alaykum wa rahmatullah wa barakatuh.

 

Sohbet de Hajji Orhan Baba. “Hz. Al-Khidr (as). El qutub y los ‘abdals.” Sábado 15-06-2019