Bismillahir Rahmanir Rahim
Este sohbet está dedicado a un hermoso ángel que está sentado allí y que se llama Jadiyah. Me enviaron unas fotos del día en que estaba haciendo su Shahada, y eso trajolágrimas a mis ojos de felicidad al ver la expresión por el estado tan especial que uno obtiene en ese momento en que toma la Shahada, y todo lo que hayamos hecho mal en la vida. Y uno piensa cuánto mal pudo haber hecho una niña de doce años, pero lo que haya sido, quizás una mala palabra, o una pelea tonta y pequeña, etc. Esto también forma parte del registro de cada uno. En ese momento ella, y todos aquellos que toman la Shahada, tienen la pureza que todos los seres humanos disfrutamos cuando salimos del vientre de nuestras madres.
Islam es una religión muy especial y, sin duda, muchas de las acciones de los musulmanes no han traído una fama que en muchos casos no es muy buena. Pero todas las religiones han tenido momentos de gran inspiración y otros momentos que fueron mucho más desafortunados. Todas las religiones han pasado por esos procesos. Lo importante, lo único importante es realmente lo que Allah (swt) nos ha enviado: el Corán i-Kerim, Su palabra, y el ejemplo de Hz. Muhammad (saws). Eso es todo lo que conduce nuestras vidas, nuestros pensamientos, nuestra conducta.
En Islam hay países en que lo hombres obligan a las mujeres a sentarse atrás, en el coche, no pueden estar adelante con ellos, no pueden conducir automóviles, no pueden hacer muchas cosas. Esas costumbres son es su mayoría culturales, y otras corresponden a musulmanes que están mal informados.
Una y otra vez en nuestro camino hemos hablado de la estación espiritual de la mujer. Ustedes tienen a todas esas princesas que están allí sentadas contra la ventana, que tienen el regalo del Creador de poder ascender muy rápidamente hacia Él, mucho más rápidamente que los hombres, por una razón: ustedes pueden dar a luz. Y durante ese período, en el cual llevan a un bebé en el vientre, ese bebé está un velo más cerca del Creador que todo el resto de la Creación, porque el último velo, el más grueso, es aquel que atravesamos cuando salimos del vientre de las madres y asomamos nuestra cara al mundo.
¿Qué hombre puede tener ese inmenso regalo de llevar a un bebé en el vientre? Ninguno. Y es por eso que la mujer es considerada, en nuestra tradición, la conexión entre el mundo y el Creador.
Allah (swt) nos dice en el Corán i-Kerim, en Surah Al-Ahzab, ayat 33: “Sin duda alguna, todos los hombres y todas las mujeres que se someten a Dios, la sumisión que es atestiguada por su palabras y actos, y todos los hombres y todas las mujeres verdaderamente creyentes… (así todo el Surah habla del hombre y de la mujer) Dios ha preparado el perdón y una tremenda recompensa a ambos, mujeres y hombres”.
De todas las posibles estaciones espirituales que puedan ser obtenidas por el hombre, exceptuando la estación de los Profetas y la de los qutubs, todas las demás estaciones están tan pobladas por mujeres como lo están por hombres.
Allah (swt) menciona a la Virgen María (as) en el Sagrado Corán treinta veces, a tal punto que, en uno de los surahs, precisamente Surah Fussilat, ayat 42: “La falsedad no puede acercarse a ella, ni de frente ni por detrás.” Y es a través y por este Surah, que muchos sabios de nuestra religión decían que quizás ella haya obtenido el nivel de Profeta. Ella fue un paladín de la Verdad Divina, pero no fue un Profeta.
Tenemos en claro, entonces, que la mujer puede llegar a cualquier estación espiritual que lo desee. Un gran ejemplo y el más común, a excepción de la Virgen María (as) y de la familia del Profeta (saws), dentro de Islam es Hz. Rabi’ah Al-Adawiyyah (ra), quien le dijo en un momento al Creador: “Oh, Allah, si Te adoro por temor al infierno tírame al infierno. Si te adoro por deseo del Paraíso, niégame la entrada al Paraíso. Si Te amo, simplemente, por ser Tú, no Me niegues Tu presencia”.
Hz. Rabi’ah Al-Adawiyyah (ra) fue un ejemplo para la humanidad. Dicen que su entierro fue en el Monte de los Olivos, en Jerusalén. Allah (swt) sabe más.
Se dice que, en una oportunidad, un derviche le preguntó al Sheikh de los tiyanis, fundador de la Orden Tiyani, acerca de la estación de Hz. Maryam (as), por lo que dice en el Corán i-Kerim, le preguntó por la estación de Asiya, la esposa del faraón, madre adoptiva de Moisés (as), le preguntó sobre Jadiyah (ra), le preguntó también sobre ‘Aishah (ra), sobre Fatimah (ra). El Sheikh le respondió, con respecto a Maryam (as) y a Asiya (ra): “Hay muchas mujeres entre los seres humanos que han obtenido excelencia, estado de perfección, pero ninguna ha llegado al nivel de perfección de Asiya (ra) y de Maryam (as), porque ellas han obtenido el nivel de Siddiqiyyah, el nivel de la Verdad Divina, de la Ma’rifatullah, el de ser uno con la Verdad.” No hay estado más alto posible para los seres humanos, excepto el de qutub y el estado de la profecía. La estación de la profecía está cerrada, se acabó con el Sello de la Profecía, Hz. Muhammad (saws). El qutub ha estado presente y estará presente hasta el Final de los Tiempos. Siempre hay un qutub presente.
La relación entre el qutub y la Creación es la misma que existe entre el ruh, el espíritu y el cuerpo del ser humano. El ruh es la vida que existe en el cuerpo del ser humano. Esa es la relación que existe entre el qutub y la Creación.
Ahora bien, en cuanto a Hz. Jadiyah (ra), el Profeta (saws) mencionaba su alto estado espiritual. Eso causó que Hz. ‘Aishah (ra) dijera que ella nunca había estado celosa de una mujer, excepto de Jadiyah (ra), por la manera y la frecuencia con que el Profeta (saws) mencionaba su nombre y de cómo la ponía de ejemplo.
Entonces podemos ya establecer un nivel de superioridad espiritual entre Jadiyah (ra) y ‘Aishah (ra).
Con respecto a la superioridad espiritual de Fatimah (ra), se dice que el Profeta (saws) una vez le dijo: “Tú eres la matriarca de todas las mujeres de todos los mundos.” Se dice que ella, con esa humildad tan característica que poseía, se puso la mano sobre la cabeza y le dijo: “Oh Rasulullah, ¿qué sucede en ese caso con Asiya, con Maryam, hija de ‘Imran? ¿y qué sucede con Jadiyah?” El Profeta (saws) le respondió que Asiya (ra) fue la matriarca de todas las mujeres de su mundo. Que Maryam (as) fue la matriarca de todas las mujeres de su mundo. Que Jadiyah (ra) fue la matriarca de todas las mujeres de su mundo. Pero Fatimah (ra) era la matriarca de todas las mujeres de todos los mundos.
Con Hz. Fatimah (ra) ocurrió algo que no sucedió con otra mujer. Ella nunca menstruó. Sé que me preguntarán que si así fuera cómo pudo tener hijos. Pero su existencia es un milagro en sí. cuando el Profeta (saws) plantó su semilla en Jadiyah (ra) y Fatimah (ra) fue concebida, antes de comenzar con esto él había mordido una fruta del Paraíso, y eso fue lo que plantó en el vientre de Jadiyah (ra). Esto fue algo que lo dijo Hz. Tiyani (ra), fundador de la Tiyaniyyah. Por eso el Profeta (saws) en cierta ocasión dijo: “Ella es un hurí humano”, refiriéndose a Fatimah (ra).
Eso se debía al hecho de que ella no fue creada del polvo como Hz. Adam (as) y del que todos descendemos. Ella fue creada del misterio del Paraíso. Por ello cuando Hz. Muhammad (saws) partió al Más Allá, dicen los que saben, que ella fue la única mujer que ascendió al nivel de qutub, porque no tuvo menstruación.
Recuerden que Hz. Fatimah (ra) sólo vivió seis meses después de que su padre partiera al Más Allá, y nunca pudo recuperarse del inmenso dolor que le causó su muerte. Y así se despidió de este mundo. Ella fue la madre de Hz. Hussayn (ra) y de Hz. Hassan (ra) y del resto de los sayyids que existen hoy en día.
Hz. Fatimah (ra) no fue tocada por algunas de las condiciones de la raza humana, porque tenía aspectos que son incomprensibles para nosotros.
Recordemos que Asiya (ra), la madre adoptiva de Moisés (as), estaba casada con el faraón, era la reina de Egipto. Y fue la que, por inspiración, cuando vio a Hz. Moisés (as) en la canasta en la cual su madre lo había puesto para que se escapara de la muerte segura que le esperaba a manos de los soldados del faraón, lo ve y lo recoge, y le pide al faraón que le permita vivir con ella, y dijo: “Insha’Allah algún día lo adoptaremos.”Esta fue una mujer que tuvo inspiración divina desde siempre, y tuvo todo, absolutamente todo lo que el mundo de aquella época podía ofrecerle. Recuerden que el faraón era considerado un semidiós, su control era total y absoluto sobre sus súbditos, sin embargo, lo cuidó a Hz. Musa (as). Y cuando, con el transcurrir de los años declara su condición de profeta, ella aceptó a Musa (as) como Profeta de Allah (swt) y declaró que creía en el Señor de Musa (as), en Dios. El faraón no pudo permitir eso, entonces le dijo: “¿Tú crees en que hay un Dios que no soy yo?” y ella respondió: “Así es.” Y el faraón ordenó que torturaran a otra mujer que creía en el mensaje que, Musa (as), traía. Esa mujer por medio de la tortura perdió su vida, y ella también perdió su vida de la misma manera. Esa fue Asiya (ra).
Hz. Maryam (as) no necesito decirles quién es. Hz. Jadiyah (ra) y Hz. Fatimah (ra) completan las cuatro mujeres virtuosas que jamás han existido.
Así que la pequeña Jadiya ha adoptado el nombre de un ser especialísimo. Y es mi deseo y ruego, desde el momento en que empiezas a adorar al Creador, a cubrirte la cabeza como una ofrenda de modestia, que todo aquello que inspiró a Hz. Jadiyah (ra) también te inspire a ti el resto de tu vida, y que todos los que desciendan de ti sean aquellos que llevan el Nombre del Creador hasta el Final de los Tiempos. Amin.Bienvenida a Islam, bienvenida a nuestro camino.
As Salam ‘alaykum wa rahmatullah wa barakatuh.
Sohbet de Hajji Orhan Baba. “Shahada. Islam. Bendito Corán i-Kerim.” Jueves 29-03-2012
