El Natalicio de nuestro Amado Profeta Muhammad (saws)

Bismillahir Rahmanir Rahim.

Esta noche estamos celebrando un evento muy importante, que es el nacimiento de nuestro Profeta (saws)

Quiero dejar aclarado que esta celebración no es completa a través de todo el mundo islámico. Normalmente, en nuestra tradición, no celebramos los cumpleaños. Simplemente porque dicen que Hz. Muhammad (saws) no lo hacía.

Y hay diferencias, incluyendo en qué día, el Profeta (saws) nació. No se sabe exactamente.

El día doce del mes de Rabi´a Al-Awwal es el más cercano.

Nosotros conocemos a través de las historias que nos llegan de su época.

Pero, por ejemplo, los shiítas, celebran el nacimiento de Hz. Muhammad (saws) el día diecisiete de este mes.

Es importante considerar esto, nada más, por la apertura de nuestros corazones, en agradecimiento al Creador; por habernos abierto este camino.

En Istanbul los turcos tienen un calendario que es un día diferente al resto, entonces ellos lo celebran mañana. Pero no porque sea el trece de este mes, sino porque ellos consideran que mañana es el día doce.

Este evento, este momento, este noche; en el cual es importantísimo del el Maghrib de hoy hasta el Maghrib de mañana, enviar salawats a Hz. Muhammad (saws) cuantas veces podamos.

Pero la llegada del ser humano llamado Muhammad (saws) es la conclusión de un ciclo que, en sus propias palabras, comenzó antes que Hz. Adán (as) fuera creado.

Y para nosotros, simplemente, significa que no hay bendición más grande que enviar salawats y estar agradecidos a él, por habernos traído el Corán i-Karim, que descendió y él lo reveló al mundo, y por los hadices: su ejemplo de vida.

Muchas veces nos reímos de estas cosas, y las escuchamos, y al ratito salimos afuera y vemos algo que nos atrae, y nos olvidamos.

Una pequeña historia antes de comenzar sobre esto de Hz. Muhammad (saws)

En una oportunidad, y le agradezco a Allahu Ta´ala que siempre utilice este tipo de ejemplo.

Un emir estaba paseando por su pueblo, y de pronto ve a un costado del camino a un mendigo que tenía un bol en la mano. Y mira de costado, se detiene, y le pregunta al mendigo: “¿Qué es lo que necesitas?” a lo que el mendigo respondió: “Nada”. El emir le dijo: “Bueno, pero por algún motivo estás sentado ahí con esa ropa, toda rota, con ese bol; se ve que estás pidiendo algo”. Y él dijo: “No, yo no pido nada”. Y nuevamente el emir: “Bueno, me siento generoso, así que te voy a dar algo”. Así que se da vuelta y ordena al visir, que iba caminando detrás de él: “Pon unas cuantas monedas de oro en ese bol”. El visir se acerca, toma un saco con las monedas y las coloca en el bol, y éste desapareció inmediatamente.

El sultán mira y dice: “¿Y eso, qué pasó, cómo es así?” el mendigo le responde: “Yo te dije que no necesito nada”. Entonces la gente, cuando ve que se detuvo el sultán, se acercan a saludarlo, quieren estar frente a él, ganar sus favores. Estaban viendo lo que estaba sucediendo, y empezaron a hablar y murmurar entre ellos.

El sultán viendo esto pensó que debía terminar con la situación. Por lo tanto le ordena al visir que ponga más dinero en el bol, y el dinero seguía desapareciendo. Por ende el sultán le dice al visir: “Ve hasta la sala del tesoro y tráeme las cosas que están allí”.

Empiezan a traer con los soldados, rubíes, esmeraldas, piezas de oro; y todo lo que iban colocando en ese bol continuaba desapareciendo.

La gente estaba totalmente asombrada, con ese mendigo que tenía un bol que consumía todo y todo desaparecía.

Finalmente, el emir dice: “Tengo que someterme a lo que es evidente. ¿De qué está hecho ese bol?” Y le responde el mendigo: “Ese bol está hecho del intelecto. De nuestro pensamiento”. Y el sultán dice: “¿Cómo?” Y dice el mendigo: “Sí, esto que ves es lo que somos nosotros. Siempre estamos buscando algo del mundo. No es suficiente”.

Hoy tenemos la mujer más hermosa. O la mujer tiene al hombre más buen mozo, más inteligente, más rico o lo que sea respecto de las cualidades que busque en el hombre, y está todo muy bien al comienzo.

Quince días, un mes, dos meses, tres meses, cuatro años después de tenerlo uno se cansa o se acostumbra. Pierde la excitación.

Y lo mismo sucede cuando compramos una ropa nueva o una casa nueva o un automóvil o un viaje al fin del mundo o cualquier otra cosa que se nos ocurra.

Si dejamos a nuestro intelecto sin control la imaginación lo cubre. Y esa imaginación nos hace creer que siempre nos merecemos algo mejor o algo más.

Si pudiéramos ver realmente nuestro futuro, si pudiéramos ver qué es lo que verdaderamente necesitamos, y tenemos que dar todo lo que nos sobra, posiblemente el noventa por ciento de lo que tenemos. En mi caso es así.

Hz. Muhammad (saws) vino a este mundo, justamente, a mostrarnos un camino que nos permite ver la realidad de nuestra existencia.

Cuando el período de gestación de su bendita madre Amina (ra) llegó al final, en una noche como esta, él estaba listo para salir al mundo. Mientras tanto, los que han estado en el Hajj, la Ka´aba, era exactamente como es ahora pero no estaba rodeada de todo ese lujo que existe hoy en día a su alrededor.

La Ka´aba era un cuadrado de piedra, con una pequeña pared en ángulo, que era el sitio donde el profeta Abraham (as) rezaba, y no mucho más.

Pero cuando Hz. Muhammad (saws) estaba por llegar al mundo, la Ka´aba se partió en dos, es decir, se rajó.

Recuerden esto. Meca, en aquella época, era un oasis, donde los mercaderes que llegaban del norte pasaban para llegar a la tierra de las especias: el Yemen de hoy en día, Omán. Y de ahí recibir las especias que venían de la India, del lejano oriente, y comerciar. Pero Meca era el primer oasis, que incluía quizás pasar por Medina.

Ellos hacían un increíble negocio, a tal punto, que les permitían a cada una de estas caravanas de gente de diferentes partes del mundo, traer a sus ídolos, hasta que llegó un momento en que había trescientos sesenta ídolos alrededor de la Ka´aba.

Al llegar Hz. Muhammad (saws) la Ka´aba se parte en dos. Los Quraysh no sabían qué pasaba, estaban totalmente asombrados; ellos pensaban que era por ´Abdullah, el hijo de Abdul Muttalib, que había fallecido hacía poco.

Otra tribu pensó que era por el padre de Amina (ra) que también había fallecido hacía poco.

Y hablaban entre ellos acerca de qué podía ser, y una voz sale de la Ka´aba y dice: “Oh hombres de Quraysh, esta Casa Sagrada se ha partido en honor de alguien que acaba de llegar a este mundo. Él es la gloria del mundo futuro y es la luz del Paraíso que iluminará a esta tierra y a toda la Creación. Yo (la Ka´aba hablando de sí misma) me convertiré en la Qibla, la dirección hacia la cual todos los miembros de su nación, del profeta que estaba por nacer, se van a dirigir y donde vendrán a visitarme todos los años para hacer el Peregrinaje”.

La noche en que Hz. Muhammad (saws) nació, Allah (swt) le ordenó a las puertas del Paraíso que se abrieran, las puertas del infierno que se cerraran e iluminó toda Su Creación con una luz especialísima.

Uno de los futuros compañeros del Profeta (saws) ´Abdullah ibn Salam dice en un comentario, que la noche en que nació el Profeta (saws) él estaba reunido con un sabio judío. Y el sabio judío lo mira y le dice: “¡Ia Ibn Salam! ¿Tú sabes lo que está ocurriendo esta noche?” Ibn Salam respondió: “No”. Y el sabio judío repuso: “Uno entre los tuyos va a nacer. Será un gran poeta. Todo estará iluminado por ese ser”. Ibn Salam le dice: “¿Y tú cómo sabes eso?” Por supuesto, Ibn Salam pertenecía a la tribu de los Quraysh que eran idólatras. Y quería saber cómo ese sabio judío tenía esa información. Entonces el sabio judío dice: “Porque hace años estoy observando los cielos, y esta noche, las luces que todo lo cubren, me indican que ese momento acaba de llegar”.

¡Qué bendición sería para nosotros, musulmanes, de la nación de Muhammad (saws) poder llegar a mirar los cielos y ver que esa cosa sucede! Pero no. Estamos más ocupados con el iphone, el ipad o una buena película en televisión.

Ibn Salam al escuchar esas palabras se levantó y decidió ir hacia Meca. Al salir pasó por una habitación totalmente oscura en la cual había setenta velas, que iluminaban todo de una manera especialísima.

En ese momento las palabras del sabio judío se hicieron carne en su corazón, y sabía que así iba a ser.

Mientras tanto, Amina (ra) estaba sola en su casa, a punto de dar a luz, no había nadie. Todos, incluyendo a Ibn Muttalib, se habían ido a hacer la circunvalación alrededor de la Ka´aba.

Y sola allí, Amina (ra) estaba pensando cómo hacer para dar a luz a ese ser, que ella sabía que sería alguien muy especial. Se encontraba angustiada y nerviosa. Y en ese momento, un pájaro blanco entró a la habitación donde ella estaba, descendió sobre su pecho, y al posarse sobre su pecho ella sintió tranquilidad.

Luego, otro ser, recuerden que estaba sola, le entrega una copa con un líquido blanco muy refrescante; lo tomó y todo lo que ella sentía había cesado: no sintió más dolor, no sintió absolutamente más nada.

Mientras esto ocurría, unas mujeres muy altas, muy hermosas, muy delgadas, entran al cuarto. Amina (ra) pensó que pertenecían a la tribu de su padre. Pero se dijo a sí misma: “Eso no es posible. ¿Cómo iban a saber que estoy a punto de dar a luz?” Y la rodearon en un círculo todas estas mujeres. Luego comienzan a presentarse. Una dice: “Yo soy Hawa, esposa de Adán (as). Otra dice yo soy Sara, esposa de Abraham (as). Otra dice, soy la esposa de Fir´aun (ustedes recordarán la historia de la esposa del Faraón, que tenía fe) Asiyah. Y luego la cuarta dice, yo soy Maryam, hija de ´Imram y madre de ´Isa (as)”.

El resto de las mujeres que la rodeaban eran huríes del Paraíso.

Y ella seguía escuchando muchos ruidos. En un momento la habían atemorizado, pero mira hacia arriba y ve una cortina que descendía de los cielos hasta la tierra.

Ustedes saben que Allahu Ta´ala creó dos seres: uno, el ser humano; y el otro, los yinn, los genios. También ustedes saben que los genios, en este momento, nos pueden ver; y puede ser que estén entre nosotros aquellos que son genios musulmanes practicando el dhikr o el salat, la devoción. Hay algunos que se ríen, pero lo que pasará es que en el Más Allá, aquellos que hoy ríen mañana van a llorar. Porque en el Más Allá nosotros podremos ver a esos genios, y ellos no podrán vernos a nosotros.

De todos modos, la cuestión es que, Amina (ra) necesitaba privacidad en el momento de dar a luz. Y esa cortina le permitió que nadie más la pueda ver, especialmente los genios, en su intimidad.

Allahu Ta´ala le mostró una multitud de pájaros con picos de esmeralda, alas de rubíes, haciendo tawaf  alrededor de ella.

El tawaf  no era por ella, sino por lo que su vientre contenía.

Allah (swt) en ese momento removió un velo sobre sus ojos, y ella pudo ver todo lo que existía, del este al oeste.

Tres banderas descendieron. Una se plantó en el este, la otra en el oeste, y una arriba de la Ka´aba. Era el anuncio de que la nación de Muhammad (saws) estaría distribuida por todo el mundo.

Cuando mira, nuevamente, se da cuenta de que Hz. Muhammad (saws) había nacido, mientras ella contemplaba todo esto que sucedía a su alrededor.

Él nació circuncidado y con el cordón umbilical ya cortado. Estaba envuelto en una tela blanca, algunos dicen que era de seda.

Y Amina (ra) lo ve a Hz. Muhammad (saws) recién nacido, bebé,  apoyando su frente sobre el piso y diciendo: “Ash-hadu ´an La ilaha illa lah wa inni Rasulullah Allahu Akbar kabiran wa alhamdulillahi kaziran wa subhanallahi bukratan wa asila Allahumma ummeti ummeti”.

Recuerden que con esas palabras  Hz. Muhammad (saws) también se fue al Más Allá. Pidió por nosotros antes de que existiéramos como nación, al nacer. Y pidió nuevamente por nosotros, cuando ya habíamos comenzado a ser nación, antes de partir al Más Allá.

Pienso que en una noche como esta es totalmente y absolutamente necesario mirarnos, ver dónde estamos, qué es lo queremos hacer.

Una pequeña anécdota.

Ustedes recordarán que el fin de semana pasado pedí que ayudáramos a aquellos que estaban en necesidad.

Uno de nuestro hermanos, allí presentes, esta noche me contó una historia que enterneció mi corazón, me sacó lágrimas. Porque Allah (swt) bendice a aquellos que se lo merecen.

Este hermano va a la mezquita de Palermo a hacer su salat, y allí se encontró con un refugiado sirio, que apenas habla castellano. Y este refugiado sirio estaba tratando de comunicarse, creo, con su esposa o por lo menos con su familia en Siria. Y una de las maneras de hacerlo es a través de whatsapp.

Así que si van a usar el teléfono, como recién dije, como distracción.  Pero si lo usamos para estas cosas hacemos maravillosamente bien.

Y él no tenía ese teléfono o no tenía dinero, y entonces le pide a nuestro hermano por favor si podía usar su teléfono y el whatsapp para hablar con su familia.

Él quería tener un lugar para recibir, entiendo, a su esposa, no sé si tiene hijos; antes de que éstos llegaran a la Argentina.

Y también le pidió a este hermano si él podía darle la garantía para rentar un lugar donde poder quedarse.

Y él estaba viviendo en San Justo, y allí hay aparentemente, una mujer, también de origen sirio, que tiene un negocio y le había prometido trabajo. Pero no tiene historia en el país, no tiene crédito, no tiene nada.

Y este hermano, entiendo, que aparentemente, lo va a ayudar. Está mucho menos preocupado que otros por las consecuencias de esas cosas.

Es simplemente generosidad de su parte, aunque igualmente tiene que tener cuidado, por favor.

Él iba a ir hasta allá, a conocer a esa familia que le iba a dar trabajo, al refugiado sirio, y a conocerlo a él un poco más para ver qué sucedía.

Todas las bendiciones del Creador ruego que continúen lloviendo sobre este hermoso ser humano que está entre nosotros, y no tuvo problemas en abrir su corazón y ser generoso, antes de que yo lo mencionara. Simplemente estaba sucediendo así.

Saluden a Hz. Muhammad (saws) en esta noche con salawats.

Al respecto la receta más especial consiste en estar en estado de ablución, calmos, en dirección a esa Qibla, a la Ka´aba que se partió cuando Hz. Muhammad (saws) llegó a este mundo, y simplemente pedirle a Allah (swt) todo lo que quieran por este bendito, maravilloso y único ser humano que descendió entre nosotros. Así es esta noche.

Les ruego a todos que tengan esto presente.

As Salam ´alaykum wa rahmatullah wa barakatuh

 

Sohbet Sheij Orhan Baba – sábado 10-12- 2016 – El bendito Nacimiento de nuestro Amado Profeta Muhammad (saws)